sábado, 19 de enero de 2008

Desvarío

Estoy acá tratando de escribir un poco acalorado por la angustia que me aqueja en este momento donde nada se reduce a lo divino de la naturaleza que es una sola pero se puede apreciar desde varios ángulos. Cuando hablamos de naturaleza hablamos de cosas que se podrían solucionar de manera natural sin despropósitos. En este sentido las cosas mas sensatas las escribí para vos para la posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran apreciar lo que siento por vos que es naturalmente una perdida definitiva del tiempo ahora bien las cosas no son como parece, en estos tiempos la vida de los otros los que están mas allá del bien y del mal saben que, como existe gente detrás del espejo existe gente detrás de nosotros mismos. Las cosas que apreciamos son la cosas que no podemos permitir que se vallan, que no nos podemos permitir que se alejen de nosotros, pero que jamás podemos permitirnos cambiar para bien.
Siempre van a estar en nuestro corazón, nunca en nuestra cama.

Sigo pensando lo mismo y lo mismo dejo de pensar
Es un sentimiento esporádico maravilloso horripilante
Que si no me deja dormir me ayuda a hacer la leche
Me acompaña a comprar la comida
Se multiplica en las calles cuando camino
Vivo por eso ¿? Me pregunto
Vive por mi??? Me imagino
Vivo solo.

jueves, 17 de enero de 2008

Angeles

Me gusta que me hables
en sueño exagerado fantasía
me gusta que te rías
me gusta que me entiendas
que llores me repudia y me domina
mi musa
mi libido en el cuerpo que camina
mi árbol
mi refugio
mi rutina.
me siento acelerado
la calma desconozco muchos dias
me gustan tus consuelos
bebibles en la cama o en el suelo
no pienso
no me ayuda
te presiento

lunes, 7 de enero de 2008

Ruleta Rusa

La primera vez fue la ultima, la ultima vez fue la primera..
Dicen que en la ruleta rusa las personas que disparan contra su cabeza y llegan a escuchar el ruido que genera el impacto del percutor contra el fulminante del cartucho y la posterior explosión de la polvora, en realidad ya están muertas.
Esto le paso a Felipe Molinari el 13 de diciembre de 1983, dicen también que aquellos que utilizan la tercera persona del plural cuando en realidad deberían utilizar la primera del singular, no están seguros de lo que afirman, entonces se amparan en el fenómeno de masa para hacerse eco de alguna moción en especial y ser solo un corroborador de la teoría y no un creador, esta actitud tiene mucho de comodidad y algo de cobardía, aunque yo conozco varias personas que ganaron guerras disparando detrás de un árbol. De todos modos yo no creo, o trato de no creer , en todo lo que dicen.
Dicen que aquel que muere jugando a la ruleta rusa es un desgraciado infinitamente desafortunado, porque sin saberlo resucitará en otra persona que morirá jugando a la ruleta rusa. Las personas que juegan este macabro juego ya están y son siempre las mismas almas que mueren y resucitan, es por eso que la cantidad de adeptos a este juego es limitada, yo creía (porque me decían) que la mayoría gente no jugaba por lo peligroso, pero no es así, juegan solo los elegidos. Aquel que pretenda jugar y no este destinado a morir eternamente por un auto-disparo a la cabeza y a resucitar eternamente en alguien que va a morir por un auto-disparo a la cabeza, puedo asegurar, que si juega con seis balas en el tambor siempre saldrá la recamara vacía. Si juega con siete balas no hablamos de un jugador sino de un suicida…

domingo, 6 de enero de 2008

A lo Marcos...

Esta es la historia de un árbol y un pájaro… cuando el pájaro nace adopta como casa a la copa del árbol. Esa es su naturaleza y sin el árbol no podría vivir. Lo necesita para hacer su nido en el para criar a sus hijos, para la protección pero pasa la mayor parte del día fuera de el. A este pájaro le gusta la vida por los aires, pues para eso tiene alas y las usa para volar y viajar emigrando buscando comida y mirando el paisaje terrestre desde arriba. Pero necesita del árbol para volver a su casa para dormir, para desarrollarse y dormir en la otra parte del día que no es el día,
El árbol es de naturaleza sedentaria, sus raíces no le permiten trasladarse ni siquiera salir a pasear y solo puede ver al mundo desde arriba después de muchos años de crecimiento y si son lo suficientemente grandes como para mirar a otros árboles desde arriba. Es por esto que la relación entre pájaros y árboles no es buena. El árbol siempre reniega de su postura inmóvil hasta que el sentimiento de la envidia lo invade y entiende, con su escaso discernimiento de árbol, que para no envidiar diferencias es necesaria la igualdad, entonces viendo al pájaro que vive en su copa, y viendo las posibilidades que tiene de elegir el, que vuela por los aires con pocos días de vida y mira al mundo desde el cielo, decide tenderle una trampa para que el ya no pueda salir de su copa y tenga que vivir en su nido sin poder trasladarse.
El pájaro que ama al árbol porque le da la posibilidad de la casa de tener un hogar para volver no imagina que el árbol puede enojarse con el porque su experiencia al ver a la naturaleza desde el cielo le indica que hay muchos seres vivos que se necesitan mutuamente para vivir y no pertenecen a la misma especie, entiende que las diferencias no son envidiables sino que cada uno tiene que vivir la vida que le toca y que el árbol esta para dar oxigeno a los animales y sombra y no es natural que vuele, como no lo es que el este arraigado a la tierra.
El árbol diseño un plan dentro de sus posibilidades y opto por hacer crecer algunas de sus ramas direccionando cantidades de liquido mayores a las ramas lindantes al nido del pájaro, el pájaro entendía, percibiendo el crecimiento envolvente de las ramas, que era para protección del nido, cuanto mas protegido estoy menos agua entrara a mi nido cuando llueve, decía el pájaro agradeciéndole al árbol lo que el consideraba un gesto de amor. Pero el árbol cada día encerraba mas al nido del pájaro y este y no podía ver la luz, pero como entendía que era por amor dejaba que el árbol continúe, pasado algunos días otros pájaros amigos de mayor tamaño no podían visitarlo, pero el pájaro estaba bien protegido de los ataques de los gatos y no se preocupaba demasiado, una noche regreso a dormir a su nido y a la mañana siguiente ya no pudo salir, su mayor preocupación era la comida no podía salir a volar ni a buscar lombrices ni insectos para comer, entonces el árbol que, pese a todo, mucho lo amaba le daba por una de sus ramas insectos que las telas de araña capturaban y agua que la tierra le proveía, con el tiempo las alas del pájaro se atrofiaron, su naturaleza voladora estaba cercenada pero no moría porque seguía recibiendo alimento por parte del árbol, el árbol estaba contento porque no existían diferencias entre ellos, ahora el pájaro ya no salía del nido y estaba siempre quieto. El pájaro se mimetizo con el árbol y ya, sin relacionarse con otros pájaros, sin posibilidades de salir y entendiendo que la actitud del árbol era por amor, nunca se revelo y paso a ser parte del árbol. El árbol luego de un tiempo se dio cuenta que el pájaro ya no volvía con noticias de otros árboles y de otros animales porque ya no podía ver el mundo y precisamente lo que apreciaba del pájaro era la comunicación con el mundo y su frescura de verlo volar, eso era lo que enamoro al árbol del pájaro entonces decidió liberarlo para que pueda volar y contar historias de otros bosques y de otras especies, pero el pájaro con las alas atrofiadas no pudo volar, salto de su nido cayo en la tierra y ya muerto fue devorado por las hormigas que el no conocía porque desde el cielo no se ven…

viernes, 4 de enero de 2008

Malaver-Carranza

Siempre nos hacemos la misma pregunta cuando subimos al tren. Estamos comunicados, compartiendo sin darnos cuenta muchísimos pensamientos pero tenemos miedo al ridículo por esto no decimos con salvaje sinceridad lo que pensamos, o no usamos el corte de pelo que querríamos, o bien escribimos utilizando la primera persona del plural. Queremos ser parte de algo, queremos que en la multitud se ampare nuestras conductas y pensamientos, queremos muchas veces que nos quieran y entendemos que se quiere a los iguales. La hermana pertenencia nos hace ver en el espejo social y en las revistas muertas de los domingos que estamos dentro de la sociedad y la hermana rutina nos demuestra que somos incapaces de llevar a buen puerto, si es que tiene, a la madre transgresión.
P.E.Q.L.